En el mundo de antes, donde no existía lo digital y lo físico era la única dimensión del individuo, ese poder de la ciudadanía se limitaba a su radio de acción. Y no se hablaba de empoderamiento. En el espectro de las tecnologías y el conocimiento de las herramientas digitales, la persona adquiere una capacitación avanzada que le dota de mayor influencia, con mayor poder de decisión dado su criterio más completo, saltando barreras y generando una confianza y fortaleza, que le facilita a llevar a cabo acciones de mayor envergadura.

El empoderamiento incrementa el éxito.

El empoderamiento incrementa el éxito.

Este apoderamiento digital de capacidades encamina a la persona hacia mayores posibilidades de crecimiento social para ampliar su conocimiento, pero también su acción. Los individuos son conscientes de sus propios derechos y capacidad de organización por sí mismos, con menos dependencia de un sistema u organismos. A través de las redes sociales, la ciudadanía se comunica y entrama un sistema de relaciones, que puede volverse poderoso. Son los movimientos sociales y contestatarios de antes, que se formaban en grupos físicos y en las calles y hoy en día, tienen su altavoz en los socialmedia.

De esta forma, se puede llegar a crear una nueva estructura social innovadora y creativa, capaz de poner en valor las ideas y transformarlas en acciones. Algunos ejemplos relevantes han sido el 15M, la movilización social en Islandia, Occupy Wall Street. Las redes sociales se convierten en canales de emociones compartidas, que multiplican sus efectos.

Inclusión social

Pero en cuanto al individuo como tal, las herramientas digitales, el uso de las redes sociales y el conocimiento de internet lo encamina hacia un papel de actor de su tiempo, protagonista con voz, que en las estructuras piramidales no se contaba con él. La persona digital puede dar un paso exponencialmente mayor que el individuo analógico, cuyo ámbito de acción es limitado a una sola dimensión. De ahí que el actor empoderado visualiza un entorno digital, líquido, sin limitaciones. No quiere ser vulnerable ni se excluido.

Hay un paso exponencial de la persona que ejerce el poder en el entorno digital.

Hay un paso exponencial de la persona que ejerce el poder en el entorno digital.

En el ámbito laboral, las empresas están moviéndose en el concepto de transformación digital para reinventarse a través de la utilización de la tecnología digital para mejorar su modus operandi en este nuevo paradigma. Así un individuo puede iniciar el camino del emprendimiento en este misma idea de transformación digital.

Este empoderamiento digital trae consigo:

  • acceso a internet y dispositivos móviles, ser activos en la red y disponer de terminales (portátil, tableta, teléfono móvil o smartphones)
  • conocimiento digital, aprendizaje continuo de los avances tecnológicos y de cada novedad
  • reputación y presencia digital, ser conscientes de nuestro valor añadido
  • marca personal, la forma de impulsar nuestro historial profesional con un enfoque comercial y corporativo
  • uso de datos en la red, conocimiento de la información cuantitativa de cifras y datos en internet
  • innovación, dar el paso del uso de la tecnología hacia la creatividad
  • acción cualitativa, es el fortalecimiento como individuo en sus capacidades digitales

Esto no es una panacea, es un camino de posibilidades en el que la ciudadanía, teniendo ya una red de contactos física y analógica, explosiona en una revolución digital para ser parte activa de la inclusión social, para ser protagonista y no víctima del sistema. Un ser activo, participativo, ciudadano, impulsor.

Pin It on Pinterest

Share This