Rompiendo paradigmas. La palabra disrupción proviene del término inglés disruptive y se utiliza para nombrar todo aquello que sufre una ruptura brusca. Y tiene bastante relación con la comunicación y esta brecha o, mejor dicho, impulso, lo que sería la transformación que se genera con las nuevas tecnologías en la actual forma de comunicarnos, es un cambio importante y trascendente, algo disruptivo. Esta disrupción puede tener lugar en un medio de comunicación, un modelo de negocio o dentro de una industria.

Disrupción. Fuente: Shttefan.

Disrupción. Fuente: Shttefan.

El objetivo es generar contenido capaz de envolver conceptos, ideas y aspiraciones a través de las marcas. La comunicación disruptiva es el proceso en el que uno de los elementos rompe con el orden que nuestro cerebro establece para hacer previsible la transmisión de mensajes. El camino es salirse del convencionalismo y llamar la atención.

El enfoque es si quieres provocar un cambio radical o no. Si la respuesta es no, sigue con el mismo estilo. Si quieres posicionarte exponencialmente, da el cambio y atrévete a hacer algo distinto, aunque sea rompedor y arriesgado. La argumentación de la disrupción viene dada por el fenómeno de innovación disruptiva, acuñado en 1997 por el profesor de Harvard Clayton Christensen, y se refiere a como puede un producto o servicio que en sus orígenes nace como algo residual o como una simple aplicación sin muchos seguidores o usuarios convertirse en poco tiempo en el producto o servicio líder del mercado.

Romper la barrera

Describe el autor del libro “The innovators dilema” que la disrupción ocurre cuando las empresas emergentes usan nuevas tecnologías o nuevos modelos de negocio y superan en el mercado a las que hasta entonces eran las líderes. ¿Y esto por qué? porque mejoran gradualmente lo que ofrecen, siendo algo novedoso o más barato o rompedor. Rompen la barrera, abren una brecha, producen un cambio brusco captando la atención del usuario. Rompen el molde anterior porque innovan con ambición, sin miedo. Poco a poco irán mejorando y optimizando su producto, oferta o servicio, para ir convirtiéndose en líderes del mercado.

Proceso de disrupción. Fuente: Andrew Shiau.

Proceso de disrupción. Fuente: Andrew Shiau.

En comunicación, los factores son parecidos. Si nuestro mensaje es poco diferenciador, nuestro producto no destacará. Hay que atreverse a dar un salto cualitativo, aunque se corran riesgos. En este punto, ganan los visionarios, los que realizan anuncios de publicidad imaginativos, audaces y rompedores; vencen las empresas que rompen moldes y comunican con sensaciones, sin temor y con visión de futuro.

Hay que cambiar la lógica del pensamiento y llevar a cabo un marketing asíncrono. Destacar en la diferencia, a veces, hasta en las imperfecciones para señalarnos entres los consumidores. Hay que dejar trabajar con libertad en el desarrollo de las acciones descomponiendo la estructura conceptual.

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