Las mujeres maduras abanderan el fenómeno del edadismo con la vitalidad de los millenials

 La serie Grace and Frankie, interpretada por Jane Fonda y Lily Tomlin, ha roto con el prototipo de mujeres mayores achacosas y cuenta la historia de sus dos protagonistas, en la tercera edad, que viven un empoderamiento, casi subversivo, quebrantando el canon establecido de la vejez. A renglón seguido del reciente 8 de marzo, que ha sido un crisol intergeneracional de jóvenes y mayores, este alegato sobre las segundas oportunidades a partir de los 50 años, no queda lejos de Andalucía ni de sus mismas mujeres. 

Es el caso de Constanza Lucadamo, residente en Andalucía desde hace casi 25 años, y su socia Isabel Chiara, artista plástica, que gestionan la plataforma Viejenials, un portal online que hace de portavoz de esta tendencia de mayores, que quieren seguir en activo y ser protagonistas de su momento vital.

“Los babyboomers eran una generación contestataria y rebelde, que rompió con muchas de las tradicionales y autoritarias hegemonías, y ahora no quiere envejecer de forma pasiva” señala Lucadamo, andaluza de adopción, con casi 60 años, que ha dirigido varios negocios en Málaga y Sevilla. Y en la mujer se da más este empuje generacional, como cuenta Constanza, puesto que “vivimos más condicionadas por la desvalorización de la imagen en la mujer madura. En el paradigma de la belleza lo que mola es ser joven”.

“El estereotipo de la mujer de hoy de 70 años es el de una mujer que se arregla siempre, que va al gimnasio todos los días y que tiene amantes de 30 años” Pedro Ponce Camarena, Senior Cohousing

En este sentido, “el estereotipo de la mujer de hoy de 70 años es el de una mujer que se arregla siempre, que va al gimnasio todos los días y que tiene amantes de 30 años”, explica Pedro Ponce Camarena, educador social y doctorando sobre “El envejecimiento de los babyboomers y su empoderamiento”. Una tesis sobre el auge de esta nueva franja social, que es la madurescencia, la horquilla de edad que se cuela entre la madurez y la vejez. A sus 68 años, es responsable en Huelva de la cooperativa Senior Cohousing, que promueve el desarrollo de vivienda compartida para un retiro activo. Este espacio para la madurescencia “es el único en España en el centro de la ciudad” afirma Ponce Camarena, máster en Sociedad y Administración Política, ya que casi todos están a las afueras y eso dificulta la movilidad e independencia personal.

Casi la mitad de la población tiene más de 45 años
La esperanza de vida en España se ha incrementado en casi 14 años en el espacio de 58, es decir, alcanza los 82,83 años de edad, cuando en 1960 era de 69,11 años, según datos del Banco Mundial. En la década de los sesenta, el 22% de la población tenía más de 45 años; en 2018 es casi 48%. Población cincuentona que parece que haya pactado con el diablo esta segunda juventud. Es la generación del baby boom, vital y rejuvenecida, la madurescencia con canas.

En este empoderamiento y sus distintas vertientes, Andalucía no se ha quedado fuera. Es uno de los aspectos tratados en la Jornada “Envejecer como mujer”, celebrada en Sevilla el pasado 7 de marzo, sobre nuevos modelos de envejecer de las mujeres del siglo XXI. Las marcas y los patrocinios han puesto el foco en los influencers senior, como es el “Programa Imparables”, de Aquarius, para más de 60 años. Del micromachismo enlazan con el microviejismo, como prejuicio de lo viejo como inútil.

Madurescencia con canas y ganas
En esta nueva longevidad, nos encontramos el caso de la actriz Carmina Barrio. Ella ha pasado de ser la madre de Paco y María León a ser un icono de referencia y hasta protagonizar anuncios de publicidad de marcas importantes. Al aspecto de la imagen que hacía referencia la empresaria Lucadamo, asevera Carmina Barrio, durante la celebración de dicha jornada, que hay que envejecer dignamente “como Ángela [por Ángela Molina], con sus arrugas”.

En el campo del conocimiento también han surgido organizaciones, como es Ageing Lab Foundation, en Jaén, ideado a partir de la inquietud de investigadores y profesorado de la Universidad jienense sobre innovación social en el envejecimiento. A través de una de sus iniciativas, Living Lab Social en Entornos Reales, se busca desarrollar e innovar productos o servicios que den respuesta al reto del envejecimiento y generando un valor social.

De articular viviendas más afines a estas nuevas necesidades, hogares colaborativos más independientes y con menos injerencia socio-sanitaria, y de mujeres que buscan también una sexualidad visible y para vivirla, como explicó la psicóloga Maribel García Cantero, responsable de Artea Sexología, durante el simposio “Envejecer como mujer”. Esta sexóloga hace referencia al libro “Sexualidad madura”, del médico jienense Manuel Luca, presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología, en el que se narra que “las personas mayores, en nuestra sociedad, viven rodeadas de dificultades para vivir satisfactoriamente como personas sexuadas”.

En esta tendencia, como es la Silver Economy o Ageing Society, muy desarrollada ya por ejemplo en Estados Unidos, las mujeres en esta franja de edad son “económicamente, profesionalmente y personalmente independientes” explica el investigador Ponce Camarena. Son ese grupo de edad que también salió a la calle el 8 de marzo y se manifestó por sus hijas y nietas y también por ellas mismas para consolidar un modelo existencial imparable.

Pin It on Pinterest